La política de
seguridad pública en Río de Janeiro se hizo visible com la llamada "
Unidade de Polícia Pacificadora" (UPP). La UPP ocupa la favela, anteriormente
dominada por grupos armados de criminales, de manera indefinida por motivos de la
reanudación del control territorial por parte del Estado. El proceso de
permanência de las fuerzas de seguridad en las favelas se debe a las acciones que
mezclan la coerción y el consenso, que componen un tipo de intervención,
dependiendo de la ocasión de los sujetos participantes, que podría ser
calificado como "coerción consensual" y "consentimiento
forzado". Coerción consensual se manifiesta como um discurso histórico sobre
la inevitabilidad de la ocupación armada de las favelas, como tratando de
organizar a un consenso con el fin de apoyar esta iniciativa como un factor
clave para el bien estar local. El consentimiento coercitivo, esto se genera a
partir de la "policialização del cotidiano", debido a situaciones en
las que las fuerzas de seguridad se presenten más allá de su papel como
asegurador de la ley a fin de garantizar una capacidad capilar de abrir canales
de diálogo con la comunidad. El logro de la legitimidad con los residentes es
esencial para establecer una nueva sociabilidad que inevitablemente se
desarrollará después de la ocupación policial. El intento de cambiar a la
imagen proviene de la policía, es que ella no se presenta sólo como un aparato
represivo, sino también para promover la cohesión social de modo pacífico, mediante
el recurso a ejercer el poder educador de Estado, en su esfuerzo por promover y
establecer una compleja red articulada entre la sociedad civil y sociedad
política, de modo que se ajusta a un modelo de civilización que está
orgánicamente de acuerdo con el orden social capitalista.
Palavras-chaves: consenso, seguridad pública, favelas. , Coerción
Autores: Gawryszewski, Bruno (Universidade Federal do Rio de Janeiro, Brazil / Brasilien)